El mercado de seguros en Chile: tendencias, desafíos y oportunidades en un escenario cambiante

El mercado de seguros en Chile: tendencias, desafíos y oportunidades en un escenario cambiante
El sector asegurador chileno atraviesa uno de sus momentos más dinámicos en la última década. Mientras las compañías se adaptan a nuevas regulaciones y tecnologías, los consumidores enfrentan un panorama cada vez más complejo pero lleno de posibilidades. La transformación digital, los cambios demográficos y las nuevas necesidades de protección están redefiniendo lo que significa estar asegurado en el Chile actual.

La pandemia dejó una huella profunda en la industria. Según datos del regulador, las aseguradoras recibieron más de 150.000 reclamos relacionados con COVID-19 solo en 2022. Esta experiencia traumática hizo que tanto las empresas como los clientes reevaluaran sus estrategias de riesgo. Hoy, productos que antes parecían secundarios, como seguros de salud con cobertura ampliada o pólizas para teletrabajo, ganan protagonismo en las carteras familiares.

La tecnología está revolucionando la forma en que contratamos y usamos los seguros. Las insurtech locales han logrado capturar cerca del 8% del mercado en solo tres años, ofreciendo desde seguros por uso hasta coberturas personalizadas mediante inteligencia artificial. Esta disrupción obliga a las tradicionales a innovar o quedar rezagadas. El desafío no es menor: combinar la solvencia y experiencia de las grandes compañías con la agilidad y personalización de las startups.

En el segmento automotriz, los cambios son aún más evidentes. Con la masificación de los vehículos eléctricos y la conducción autónoma a la vuelta de la esquina, las pólizas deben evolucionar rápidamente. ¿Cómo se calcula el riesgo de un auto que se conduce solo? ¿Qué cobertura necesita una batería de litio? Estas preguntas, que parecían de ciencia ficción hace cinco años, hoy ocupan a actuarios y desarrolladores de productos.

La sostenibilidad emerge como otro eje transformador. Las aseguradoras comienzan a incorporar criterios ESG en sus evaluaciones de riesgo, premiando con mejores primas a quienes adoptan prácticas ambientalmente responsables. Esto se traduce, por ejemplo, en descuentos para vehículos híbridos o eléctricos, y en coberturas especiales para negocios con certificaciones verdes.

La educación financiera se revela como la gran asignatura pendiente. Estudios muestran que el 60% de los chilenos no comprende completamente los términos de su póliza de auto. Esta brecha de conocimiento genera no solo insatisfacción sino también subutilización de las coberturas contratadas. Ante este escenario, emerge una oportunidad para asesores y corredores que puedan traducir la complejidad técnica en beneficios tangibles.

La regulación avanza hacia una mayor protección al consumidor. La nueva ley de portabilidad financiera, que permite cambiar de aseguradora sin perder antigüedad, promete dinamizar la competencia. Paralelamente, las exigencias de transparencia en la información de pólizas buscan empoderar a los usuarios para tomar decisiones mejor informadas.

El mercado de seguros chilenos muestra signos de madurez pero también de renovación. Con una penetración que ronda el 3,5% del PIB –por debajo del promedio latinoamericano– existe espacio para crecer. La clave estará en cómo las compañías logran conectar con las nuevas generaciones, más digitales y exigentes, sin descuidar a la base tradicional de clientes.

La coyuntura económica actual añade otra capa de complejidad. La inflación presiona las primas mientras el menor dinamismo del consumo afecta la contratación de nuevos seguros. En este contexto, la eficiencia operacional y la innovación en productos se convierten en ventajas competitivas decisivas.

Mirando al futuro, los expertos identifican tres tendencias clave: la hiperpersonalización mediante big data, la integración de seguros con otros servicios financieros, y el surgimiento de modelos de prevención que recompensan conductas de bajo riesgo. Quienes logren capitalizar estas tendencias estarán mejor posicionados para liderar la próxima década.

El camino por delante es desafiante pero prometedor. Como en todo ciclo de transformación, habrá ganadores y perdedores. Lo seguro es que el Chile asegurado de 2030 se parecerá muy poco al actual. La pregunta no es si cambiará, sino quiénes estarán preparados para el cambio.

Suscríbete gratis

Tendrás acceso a contenido exclusivo, como descuentos y promociones especiales del contenido que elijas:

Etiquetas

  • seguros Chile
  • mercado asegurador
  • transformación digital
  • seguro automotriz
  • tendencias seguros