En las calles de Santiago, mientras el tráfico avanza a ritmo de pausa, miles de conductores llevan consigo un documento que muchos firmaron sin leer detenidamente: la póliza de seguro de auto. ¿Realmente sabemos qué estamos contratando? La respuesta, en la mayoría de los casos, es un rotundo no.
Los chilenos gastamos en promedio entre $150.000 y $400.000 mensuales en seguros vehiculares, según datos de la Comisión para el Mercado Financiero. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Chile revela que el 68% de los conductores no comprende las cláusulas excluidas de su cobertura. Pagamos, pero no sabemos exactamente por qué.
La industria aseguradora local mueve más de $1,2 billones anuales solo en seguros de automóviles. Cifras que contrastan con el desconocimiento generalizado sobre deducibles, franquicias y límites de cobertura. ¿Sabías que muchos seguros no cubren accidentes ocurridos en caminos no pavimentados después de las 20:00 horas? Cláusulas ocultas que solo descubrimos cuando ya es demasiado tarde.
El mercado chileno ofrece tres tipos principales de seguros: Responsabilidad Civil Obligatoria (el mínimo legal), Cobertura Amplia y Todo Riesgo. La elección no debería basarse solo en el precio, sino en un análisis real de nuestras necesidades. ¿Vives en una zona con alto índice de robos? ¿Transitas frecuentemente por carreteras? ¿Tu auto es nuevo o tiene más de cinco años?
Las aseguradoras utilizan algoritmos complejos para calcular las primas, considerando desde tu historial de conducción hasta el código postal donde duermes tu auto por las noches. Un conductor en Las Condes paga hasta 40% menos que uno en Puente Alto por el mismo vehículo. La discriminación territorial es una realidad que pocos cuestionan.
El momento del siniestro es donde realmente conocemos nuestra póliza. María Elena, profesora de Maipú, aprendió por las malas que su seguro no cubría daños por granizo. "Pagué religiosamente por años, y cuando necesité ayuda, me encontré con letras chicas que nunca leí", comenta mientras muestra las abolladuras en su sedán.
Expertos recomiendan revisar al menos tres cotizaciones antes de decidir, pero sobre todo, entender exactamente qué incluye cada una. No todas las coberturas amplias son iguales: algunas excluyen cristales, otras no cubren accidentes con animales salvajes, y muchas tienen límites sorprendentemente bajos en robos.
La digitalización está cambiando las reglas del juego. Insurtechs como Betterfly y Xepelin están revolucionando el sector con seguros por kilómetro recorrido y pólizas flexibles. Tecnología que promete terminar con el modelo de "talla única" que ha dominado por décadas.
El consumidor chileno está despertando. Las reclamaciones ante la CMF por seguros vehiculares aumentaron 47% el último año. Ciudadanos que exigen transparencia y coberturas que realmente respondan a sus necesidades.
Elegir un seguro debería ser un proceso tan cuidadoso como comprar el auto mismo. Porque al final del día, no se trata de cumplir con la ley: se trata de dormir tranquilo sabiendo que, cuando llegue el imprevisto, realmente estaremos cubiertos.
El seguro de auto en Chile: mitos, realidades y cómo elegir la mejor opción para tu bolsillo
